Hace unas semanas, se celebró la ultima edición de ARTESANTANDER en la capital cántabra, un evento ya consolidado en el panorama artístico nacional, que lleva celebrándose 33 años. Hablamos con su directora actual, Mónica Álvarez Careaga, historiadora del arte, comisaria independiente y crítica especializada, cuya mirada no ha hecho sino reforzar el carácter singular de la feria: un modelo centrado en propuestas individuales o colectivas, seleccionadas por convocatoria, que favorece el diálogo entre artistas-galerías y públicos. Su labor al frente de ARTESANTANDER ha sido esencial para convertir la cita cántabra en una plataforma curatorial comprometida, que discurre en paralelo con la investigación artística y los ritmos propios que sostienen la creación contemporánea.

sirocomag: ¿Qué ha caracterizado a esta edición de ArteSantander con respecto a las anteriores?
Mónica Álvarez: Esta edición de ArteSantander se ha caracterizado por una clara vocación de apertura y conexión entre escenas artísticas diversas. Hemos dado un paso firme hacia la internacionalización, incorporando diez galerías extranjeras entre las cuarenta y una participantes. Hemos contado con galerías de Italia (Shazar Gallery, A Pick Gallery, BI-BOx Art Space), Alemania (dst.galerie, Galerie Monica Ruppert, Wildpalms), Portugal (Braçoperna44, Carrasco, Salgadeiras Arte Contemporânea), Francia (Invisible, Marsella) y México (Proyecto H).
Al mismo tiempo, hemos desarrollado programas específicos para distintos públicos, desde profesionales del sector y coleccionistas emergentes hasta la ciudadanía local. Entre ellos destacan ArteSantander Talks, con charlas y mesas redondas dirigidas a un público especializado; ArteSantander Social, orientado a coleccionistas invitados; y ArteSantander Espora, que busca acercar el arte contemporáneo al público general y fomentar su implicación.
SM: Este año habéis contado en el comité asesor con Joaquín García Martín y Jan‑Philipp Fruehsorge. ¿Cómo ha influido su diálogo con tu propia visión en la configuración conceptual y en la diversidad de los proyectos?
M.A.: Contar con Joaquín García Martín y Jan‑Philipp Fruehsorge en el comité asesor ha sido clave para enriquecer la visión curatorial. Su experiencia y sensibilidad han aportado nuevas perspectivas que han dialogado muy bien con la línea que venimos desarrollando en ArteSantander: una feria diversa, abierta y rigurosa. Su trabajo conjunto ha permitido ampliar el alcance de la feria, equilibrando lo emergente con lo consolidado, lo local con lo global, y reforzando así la identidad plural y dinámica que buscamos para ArteSantander.
SM: ¿Cómo definirías el momento presente del arte contemporáneo (a nivel nacional e internacional) en el contexto de ferias como ArteSantander?
M.A.: El momento actual del arte contemporáneo, tanto a nivel nacional como internacional, está marcado por una gran diversidad de lenguajes, una creciente apertura a nuevas geografías y una atención renovada a los procesos, más allá del objeto final. En el contexto de ferias como ArteSantander, esto se traduce en una mayor riqueza de propuestas, un diálogo más fluido entre lo local y lo global, y un interés por formatos que combinan lo comercial con lo reflexivo, lo profesional con lo accesible. Es un momento de cambio y expansión, en el que las ferias más ágiles y comprometidas con su contexto tienen mucho que aportar.


SM: ¿Qué aporta la feria al ecosistema cultural de Cantabria y qué impacto tiene en la ciudad de Santander, donde se celebra?
M.A.: ArteSantander aporta al ecosistema cultural de Cantabria un dinamismo fundamental, actuando como un catalizador que impulsa tanto la proyección de las galerías locales como el diálogo entre agentes culturales de la región. La implicación de las seis galerías cántabras participantes demuestra un compromiso territorial que va más allá de lo expositivo para consolidar redes de colaboración con instituciones y espacios culturales repartidos por toda Cantabria, como la Torre de don Borja en Santillana del Mar o la Sala de Arte Robayera en Miengo.
En cuanto a su impacto en Santander, la feria forma parte de su identidad cultural. ArteSantander transforma el verano santanderino en un punto de encuentro para el arte contemporáneo, atrayendo a profesionales, coleccionistas y visitantes en busca de una experiencia cercana, cuidada y accesible. La feria posiciona a Cantabria en el circuito nacional e internacional del arte contemporáneo y convierte a Santander en un enclave clave para el encuentro entre cultura, turismo y creación.
SM: ¿Concebís la feria también como una plataforma de pensamiento, más allá de lo expositivo y comercial o consideras que esta tarea corresponde más a las instituciones públicas?
M.A.: Sin duda concebimos ArteSantander como algo más que una feria expositiva y comercial. Nuestro compromiso no se limita a facilitar un espacio para la visibilidad y venta de obras, sino que aspiramos a generar un entorno de pensamiento, diálogo y reflexión en torno al arte contemporáneo. Por eso, complementamos la dimensión expositiva con programas específicos que abordan el arte desde diferentes perspectivas y niveles de implicación.
Por supuesto, reconocemos y valoramos el papel de las instituciones públicas en esta tarea, pero creemos que las ferias también pueden y deben asumir un papel activo en la generación de contenidos que enriquezcan el ecosistema cultural. Desde nuestra posición, tratamos de contribuir a ello con propuestas que vayan más allá del mercado, fomentando una experiencia más completa y profunda del arte contemporáneo.

SM: ¿Qué retos supone organizar una feria como ArteSantander en la actualidad?
M.A.: Organizar una feria como ArteSantander en la actualidad implica afrontar el reto de preservar una trayectoria consolidada de más de treinta años, al tiempo que se responde a un contexto artístico y comercial en constante evolución. Desde mi llegada, el principal desafío ha sido mantener un criterio firme de calidad, incorporando al mismo tiempo nuevas dinámicas que permitan a la feria seguir creciendo y siendo relevante. Esto incluye una mayor apertura internacional, que amplíe el alcance y el diálogo con otros contextos artísticos, así como una apuesta por la diversidad en las propuestas expositivas, reflejada en la selección de galerías y proyectos. También hemos trabajado en generar nuevos formatos de colaboración que respondan a las necesidades del mercado, buscando siempre un equilibrio entre la identidad propia de ArteSantander y las exigencias de un ecosistema cultural y profesional cada vez más dinámico.
Foto cabecera: “Sokatira” (2014-2018), Marta Zelaia. Cañamazo bordado a mano, algodón. Cortesía de la artista.