Cuando (re)visitas las instalaciones de Gema Polanco (Valencia, 1992) se asiste de inmediato a una amalgama de influencias, pensamientos y requiebros. Sus piezas -no ya multidisciplinares sino interdisciplinares- recogen necesidades y pulsiones, casi como si fueran heridas agónicas que se exhiben y curan a la vez. Recientemente, presentaba The alter ego took my hand and brought me here en Jorge López Galería a propósito del opening Abierto València 2024, que se podrá visitar hasta el 30.11- donde atisbamos las intenciones de Polanco, a partir de una propuesta coherente, que divaga en la tragicomedia. La materia textil vertebra este show, que se erige instalación dibujada, entre caos, contradicciones y deseos. Hablamos con Gema Polanco, cuyas creaciones se afianzan más allá de la escena valenciana.
sirocomag: En tu statement como artista -visible claramente en la instalación The alter ego took my hand and brought me here– hablas de cómo tu alter ego te ha llevado a construir otro universo. ¿Podrías desarrollarnos esto?
Gema Polanco: No diría que va precisamente en ese orden…jajaj. Hace tiempo que me di cuenta que tenía que crear los universos en los que quería estar, aunque fuese para pasar allí una temporada corta o larga. El alter ego nace de allí: de un universo que cobra vida, piensa y siente. Es decir, ha venido después. Estos universos los creé para refugiarnos y descansar y poder ser/ estar como somos y de tanto ir y volver y compartirlos han cobrado vida.
SM: Eres una artista multidisciplinar. ¿Con qué medio te sientes más afín en el presente?
GP: Nunca me he ceñido a un medio o material. Incluso cuando lo único que mostraba era la fotografía; dibujaba, hacía collage, mi propia ropa…
Nunca me he sentido tan libre artísticamente como ahora que mezclo prácticamente todo: lo textil, la escultura, piezas site specific, dibujos…Es divertido mezclar medios que tienes bastante claros con medios bastante menos evidentes para ti, que no sabes ni como van; solo tienes la necesidad. Hay una espontaneidad y verdad ahí que me interesa bastante.
SM: ¿Hacia qué horizontes conceptuales estás moviéndote?
GP: Quiero seguir donde estoy una temporada, profundizar y ver dónde me lleva; que respiren un poco las piezas. Además, tengo varias cosas ya en construcción y bocetadas. Así que de momento estoy con ellas y no tengo prisa de más.
SM: Has sido la ganadora del Premio Cervezas Alhambra en el marco de Abierto València 2024, otorgado por votación popular. ¿Qué representan para ti este tipo de reconocimientos como artista?
GP: Significa bastante, es un chute. Ser artista es agotador; mentiría si te dijera lo contrario. Mucha precariedad e inestabilidad económica por muchos años (o siempre), junto con un cocktail de un montón de cosas más. Además, me entrego muchísimo en mi trabajo, le pongo toda mi fuerza. No solo mentalmente sino físicamente, por lo que hay una relación muy fuerte con mi cuerpo y su bienestar. Sumado a esto anterior, mis piezas son cada vez más grandes, con todo lo que conlleva esto para el cuerpo. Así que el reconocimiento y el apoyo es sostén y amor.
SM: ¿Cómo enlaza ser una artista joven con la precariedad del mundo de la cultura en la actualidad?
GP: Justo abrí un poco esa ventana en la respuesta anterior… Es muy duro. Es una locura la precariedad que hay. Ahora entiendo lo que me contaban artistas más mayores que yo cuando estaba en mis veinte: “Esto entre muchas cosas va de resistencia” y ahí estoy yo ahora. Es agotador y se pasa mal, pero yo intento no mirar mucho ahí porque lo he elegido yo o me ha elegido a mí… no sé. Lo que hago cada vez que viene la precariedad con fuerza a visitarme es usar esto como potencia para hacer aún más lo que quiero. Además, nunca se me ha dado mal estar en la resistencia, jajajaj.
SM: Las escamas azules están muy presentes en tu imaginario, como vemos en las obras The alter ego cries too (2024), Al no encontrarlo decidió crearlo y quedarse a vivir allí (2024) o She finds ways to tap into her dreams and inspirations (2023). ¿Qué simbolizan en tu obra?
GP: Vinieron a mí de forma directa. No lo busqué. No lo pensé. A veces me gusta dejar que mis piezas simplemente sean a ver qué me tiene que contar. Pero, en la teoría, te diría que hablan de:
Transformación.
Mutación.
Renacer.
Sanación.
Aislamiento.
Protección.
Emociones.
Adaptarse al cambio.
El agua.
Lo femenino.
Lo fantástico…
SM: Tienes otro proyecto vital-artístico que es Navaja Automática. ¿Cómo conversa con tus instalaciones y otros trabajos?
GP: Navaja Automática es la excusa perfecta para hacerme mi propia ropa y fanzines y compartirla con el resto, haciendo un homenaje a la influencia que tiene la música (y la cultura visual que esta genera para mí).
SM: En relación a tu obra, hablas mucho de cuestionar una herencia femenina que aprisiona a las mujeres y las categoriza. ¿Podrías contarnos qué aporta esto en tu creación?
GP: Creo que hay que cuestionar de dónde venimos… Sobre todo las mujeres y lo que traemos con nosotras, desde lo visible como lo invisible, para poder cuidarnos y cuidar mejor.
SM: ¿Cómo llegas de los fanzines al mundo textil?
GP: Cuando tenia 12 años ya modificaba mi ropa y pintaba frases en mis camisetas.
A los 14 empecé a colarme en conciertos y descubrí el rock & roll y su puesta en escena: las mesas de merchandising, las banderas colgadas detrás de la batería con cinta americana con el nombre de la banda o el logo de esta. Me quedé prendada.
Más tarde, a los 18 recién cumplidos, me mudé a Londres, y la cámara fue una excusa para colarme, protegerme y poder acercarme a ver aquello a lo que quería pertenecer y me acogía tanto; fue increíble.
Con todo lo que vi, hice fanzines y cuando quise construir mi lugar me puse a coser.
Fotografía cabecera: Gema Polanco en su instalación The alter ego took my hand and brought me here. Fotografía por Nacho López, cortesía de la artista y Jorge López Galería.