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El Insomnio de Madrid

Revisamos la exhibición actual del Museo Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de DAVID BESTUÉ. FLOR HISPANIA.

Madrid sigue siendo la ciudad de más de un millón de cadáveres a la que cantaba Dámaso Alonso en 1944. Tejida y moldeada por nuestros ojos como una urdimbre de tradición y cambio (continuo y desbordante), es inevitable que en un hormiguero tal las identidades fluctúen, los conflictos nazcan y las luces y sombras lo tiñan todo. En este diverso contexto madrileño -de marcada y evidente centralidad geopolítica, económica y simbólica nacionalmente hablando- se erige David Bestué. Flor hispania, un proyecto curatorial concebido por el artista David Bestué (Barcelona, 1980) para el Museo Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de Móstoles, que se podrá visitar hasta finales de agosto de 2025.

Esta exposición -cuya selección de obras objetos e imágenes, además de intervenciones de nueva producción, forman parte en su mayoría de la colección del propio museo- es un compendio de trabajos de Ábalos & Herreros, Lara Almarcegui, Jorge Anguita Mirón, Enrique Arredondo, Elena Asins, David Bestué, Basurama, Javi Cruz, Gerardo Custance, Patricia Esquivias, Norman Foster, Alicia Framis, Fernando García, Paula García-Masedo, Berta Gutiérrez Casaos, Candida Höfer, Craigie Horsfield, Gonzalo Juanes, Pancho Lasso, Juan López, Rogelio López Cuenca, María Moreno, Rafa Munárriz, Blanca Muñoz, Godofredo Muñoz, Daniela Ortiz, Jorge Oteiza, Álvaro Perdices, Alfredo Rodríguez, María Salgado y Fran MM Cabeza de Vaca, Fernando Sánchez Castillo, Víctor Santamarina, Andrés Senra, Julia Spínola, Manolo Valdés y Julia Varela, que plantean interrogantes sobre las relaciones que existen entre la ciudad y su representación. Arquitectura y memoria colectiva, huella humana en el espacio humano u obsolescencia de las infraestructuras de la urbe son algunos de las derivas que recorre una exposición colectiva que no solo apela a los aspectos materiales sino también al tejido sociocultural cuyas heridas también son visibles y palpables para los habitantes.

Detalle de “Samuel” (2024), David Bestué. Fotografía por Aleix Plademunt. Cortesía del artista y del Museo CA2M.
Sin título (1971), Elena Asíns. Colección Museo CA2M. Cortesía del Museo CA2M.

A partir de cinco ejes narrativos que recorren poéticamente Madrid, la muestra se desarrolla en torno a sí misma sobre las tensiones internas que la ciudad sustenta en las últimas décadas, desde la producción de su propia imagen oficial, las prácticas que intentan desvelar aspectos ocultos del territorio, la pervivencia (auto)impuesta del eje simbólico norte-sur o el concepto de lo insoportable en la ciudad, referido a la urbanización feroz y desmedida, traducida en una creciente gentrificación que obliga de forma inevitable al desplazamiento de las comunidades, tal y como sucede en otras grandes ciudades españolas.

David Bestué. Flor hispania no solo habla de Madrid como enclave geográfico sino también desde una reflexión sobre la propiedad, el poder, el elemento público-privado y la lucha por el control de los lugares que la componen: los espacios urbanos no son neutrales [1] y los trabajos artísticos tampoco. Las fuerzas políticofinancieras que han pasado a controlar el tejido de la urbe chocan contra una resistencia ejercida por el espacio (también simbólico) del museo. La ciudad se comercializa, homogeneizándose con ella la identidad plural, pero el futuro no está escrito.

Detalle de “Caja” (2024), David Bestué. Fotografía por Aleix Plademunt. Cortesía del artista y del Museo CA2M.
Detalle de “Uralita” (2024), David Bestué. Fotografía por Aleix Plademunt. Cortesía del artista y del Museo CA2M.

David Bestué a través de Flor hispania expone valiente, instándonos a confrontarnos con la ciudad insomne, siempre en movimiento febril, ¿habitamos el espacio que queremos o el que estamos dispuestos a construir?

NOTAS AL PIE: 

[1] Recogiendo el pensamiento teórico de Henri Lefebvre.

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