For Future Purposes -en CAC Málaga hasta 26/11- narra la vida y sus afluentes del joven artista nigeriano Atanda Quadri Adebayo (Lagos, Nigeria, 1999), capturando la esencia y la dignidad de sus retratados y nutriéndose del bagaje teórico del afrofuturismo

Siempre que pintas iglesias, pintas angelitos bellos;  pero nunca te acordaste de pintar un ángel negro.

Angelitos negros, Antonio Machín

La importancia de la célebre rosa de Shakespeare es mundana y básica: la necesidad de nombrar aquello que es para saber que existe. Cuando en la película angoleña Sambizanga (1971) de Sarah Maldoror, esta nos muestra la historia del movimiento de liberación del país sudafricano de Angola, la realidad del colonialismo y sus laberintos burocratizados y armados en la década de los sesenta, reconocemos esa otredad de la que hablaba Octavio Paz, fruto de la fractalidad histórica: «la otredad (…) es una experiencia constitutiva del hombre (…) Es un desprendimiento del yo que somos (o creemos ser) hacia el otro que también somos y que siempre es distinto de nosotros. Desprendimiento: aparición: experiencia de la extrañeza que es ser hombres.[2]»

Atanda Quadri Adebayo (Lagos, Nigeria, 1999) nos guía a través de For Future Purposes, su solo show en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga [3] en una realidad diversa, plural, a partir de pinceladas densas, un predominio absoluto del carboncillo y una figuración que nos interpela, a través del pulcro protagonismo antropológico que el artista sitúa en Nigeria. En la obra de Adebayo, rostros y cuerpos se utilizan como elementos estéticos y políticos, contribuyendo a la ruptura de códigos institucionales y artísticos. El cuerpo, su relación con el otro y su representación por Adebayo usado a modo de arkheion, tratado con pasión arqueológica. Dice Jacques Derrida en Mal de archivo. Una impresión freudiana (1997) que en el archivo se halla una necesidad de registrarlo todo sin resto, sin que nada de pierda; más simultáneamente, el Mal de archivo aparece como la ruina que lo amenaza de destrucción desde su interior mismo, al modo de la pulsión de muerte psicoanalítica, la más destructiva precisamente por ser la más conservadora […]. Aquí, Adebayo hace un alegato memorístico a través de su trabajo en gran formato con el que contribuye de forma individual y plural, a partir de determinada simbología propia, a aportar su alegato a la historia global y oficial, utilizando en su praxis una idea libre del denominado cuerpo-archivo [4], o más acertadamente, rostro-archivo.

Fotografía del artista Atanda Quadri Adebayo. Cortesía de CAC Málaga.
“The Other Side II" (2023), Atanda Quadri Adebayo. Carboncillo y acrílico sobre lienzo. 200 x 270 cm. Foto por José Luis Gutiérrez. Cortesía de CAC Málaga.

La obra de Adebayo, bebe de la corriente afrofuturista, que mediante figuras como Octavia Butler supieron introducir en el canon cultural hegemónico cuestiones hasta ese momento marginales, como raza, identidad o roles de género. El movimiento afrofuturista se alinea con la antropología folclórica de la muestra pictórico-escultórica del artista nigeriano, dinamitando la temporalidad lineal, creando un conjunto de escenas bajo la premisa de expresar, sin ser expresionista [5].

El relato costumbrista presente en obras como Night-time Carnival (2023) o Untitled, The Other Side II (2023) queda doblemente impreso por Adebayo, en forma de patrones abstractos, creados por el artista soplando a través de una pajita para guiar la acuarela sobre el lienzo. El simple hecho de crear estas formas a través de su respiración lo convierte en una metáfora de la vida, que le permite crear con partes de su “alma”, tal y como recoge el texto de sala de la exhibición. Los protagonistas de las obras de Atanda Quadri Adebayo -como hiciera el Black Angel al que dio vida Feral Benga en Le Sang d’un poète (1932) de Jean Cocteau- son vívidas líricas pictóricas que buscan expresar el mundo interior del artista y todo lo que gira a su alrededor, la expresión del amor y la comunidad, la rebelión y la resiliencia; un cambio de roles protagonistas que tiene en For Future Purposes un certero toque de justicia poética. Adebayo ejerce aquí un papel de deidad ecuánime, con el que juega a desenmarañar la exclusión del cuerpo negro de las representaciones artísticas. Deus ex maquina.

Vista de la exhibición For Future Purposes en el CAC Málaga. Cortesía del CAC Málaga.

NOTAS AL PIE:

[1] Palabras de Atanda Quadri Adebayo, recogidas asimismo en el texto de sala.

[2] En el prólogo de Las enseñanzas de Don Juan (1992) de Carlos Castaneda.

[3] Comisariado por Fernando Francés.

[4] O como diría la artista Carolina Felice Bonfim archivo como campo expandido, extendiendo los límites de este concepto hacia otros derroteros, entendiendo que el cuerpo archiva gestos, ritmos, movimientos y componentes afectivos asociados a la performatividad.

[5] Avgikos, J. Entre aquí y allá en Cooke, L. (ed), “Permítaseme una imagen… Juan Muñoz”. Madrid, Turner, 2009.

Fotografía cabecera: “Night-time Carnival” (2023), Atanda Quadri Adebayo Durosimi Carboncillo sobre lienzo. 200 x 305 cm. Foto por José Luis Gutiérrez. Cortesía de CAC Málaga.

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