Fotografía cabecera: fotograma perteneciente a "Aftersun" (2022), dirigida por Charlotte Wells

1. Tendemos a pensar el recuerdo -el pasado- en imágenes, imágenes que son el recuerdo mismo. Pero existe en la memoria algo que no es imagen, que no es su traducción directa en recuerdo o viceversa, sino que es algo que encarna más bien el acto de recordar y que lo vuelve todo un cuerpo, un lugar. Un cuerpo capaz de sentir y ocupar un espacio, un lugar capaz de abarcar ciertas dimensiones y llenarse. Hay recuerdos que habitan sobre todo este otro cuerpo/lugar, que tienden a ser habitados desde ahí: un interregno de la memoria secuestrado por alguna emoción, por alguna fractura.

2. En el debut de Charlotte Wells, Aftersun (2022) el sensorium de la memoria se ubica en una  pista de baile. Es un lugar oscuro, donde la imagen no es permeable a lo completo, a la identificación, a la certitud. El cuerpo es un cuerpo danzante fragmentado por luces estroboscópicas, y es por tanto indiscernible como Uno; es un cuerpo que se mueve entre la multitud, que se confunde con otro y que deja de ser “yo” en presente. Aquí una red abierta de emociones toman cuerpo, ocupan lugar, haciéndose también indiscernibles una de otra: furia, ansiedad, éxtasis, miedo, felicidad, melancolía. Nada es una sola cosa, el recuerdo nunca lo podrá ser.

3. Jonathan Bollen, quien investiga estudios teatrales, sobre todo performance, movilidad y deseo, considera la pista de baile un espacio en el que las relaciones entre memoria y contenido, yo y otrx, se entremezclan de manera indisoluble. El crítico José Esteban Muñoz, pensando con Bollen y Merleau-Ponty, escribe: “la apertura y la cercanía en relación con otrxs que promueve la pista de baile requiere un intercambio y una alteración de experiencias cenestésicas a través de los cuales nos volvemos menos como nosotrxs mismos y más como lxs otrxs.”[1]

4. Desde aquí recuerda la protagonista en Aftersun, aquí se ubica su recuerdo. Un recuerdo que quiere ver, tocar, asimilar. Este es el cuerpo y el lugar, el yo con otrx, así se ve, así se siente. Charlotte Wells recrea en pocos momentos, de forma sutil y abrasadora, una de las relaciones más carnales que tenemos con nuestra memoria (y con los seres que en ella habitan).

5. Existe una representación matemática, la curva del olvido, que muestra el recuerdo a sumisión del tiempo. El recuerdo vs. el tiempo que se mantiene como recuerdo. Vale la pena imaginar el recuerdo difuminándose hasta perderse por completo a medida que pasan los días. La hipótesis de la curva del olvido es que mientras más intenso sea el contenido, más plana será la curva, es decir, más tiempo se mantendrá como recuerdo. Hay entonces una línea (de vida) entre el sensorium y la imagen, alimentándose uno del otro, a veces simbiótica, otras parasitariamente.

6. Antes de ubicar el cuerpo/lugar de la memoria, Aftersun ofrece su primera mirada. Esta será un registro fílmico, la forma de acceder al recuerdo -verlo-, el otro lado de la línea de vida, el recurso para extender la planicie de la curva. Las imágenes serán producidas por una videocámara casera, el registro de unas vacaciones de verano de finales de los 90 en Turquía, un viaje entre la protagonista, Sophie de 11 años (Frankie Corio) y su padre Calum de 30 (Paul Mescal). La Sophie que recuerda estas vacaciones, 20 años más tarde, busca algo en las imágenes del pasado, algo que el espectador nunca tendrá claro, y que quizás ella tampoco. Lo que sí es posible absorber, es que esta asimilación, está búsqueda, se basa en una relación con otrx (ya sea su padre, ya sea una Sophie del pasado, una Sophie del pasado en relación con su padre) y con una fractura (entre ese yo y otrx, entre el tiempo). Con el pensamiento de Muñoz, la Sophie del presente, en su recuerdo (desde una “experiencia cenestésica alterada”) se aproxima al cuerpo/lugar de esx otrx. Es esta su principal búsqueda: apertura, cercanía.

7. En uno de los momentos más reveladores de la película, y podría decir del cine del último año, donde se metaboliza esa sustancia sutil y abrasadora (añado tierna y tonta) que pone Wells en Aftersun, la Sophie pequeña graba a su padre con la videocámara, tratando de entrevistarlo. Las imágenes de la grabación se transmiten desde la televisión de su habitación de hotel. Su padre le obliga a parar, a dejar de grabar, luego de que ella le hace preguntas que él no se siente completamente cómodo respondiendo. Cuando Sophie apaga la cámara, la imagen no desaparece. Ahora ambxs se ven reflejados en la pantalla oscura de la televisión, ya que yacen sentadxs frente a ella. Parte de Calum se ve reflejado en un espejo que también tienen enfrente. Al apagar la cámara, sin ánimos de rendirse, Sophie dice: “entonces lo grabaré en mi pequeña cámara mental”.

Fotograma perteneciente a "Aftersun" (2022), dirigida por Charlotte Wells.

8. Porque eso es lo que hacemos. Porque el recuerdo no es una sola cosa y nunca podrá serlo. Porque en la memoria el fragmento puede ser más poderoso que el todo. Porque estamos llenos de miradas y reflejos del pasado que componen y definen el presente, y que lo transforman (y que a su vez reflejarán una transformación hacia el pasado). Porque buscamos la verdad en las miradas y reflejos, buscamos llenar de la forma que mejor podamos los espacios y los saltos que las ruinas de la memoria nos confían. Porque estas disonancias, fantasmas y lagunas viven en (son) nuestra pequeña cámara mental.

9. De alguna manera, Aftersun se pregunta qué ha pasado y el cuerpo/lugar de la memoria de Sophie sirve de prueba de que algo en realidad ha pasado. Hay una fractura, un antes y un después, una intimidad dentro de la puerta de esas vacaciones entre padre e hija que parece verse alterada, abierta y luego cerrada; hay algo que se pierde. Y es eso lo que Sophie parece buscar en las imágenes, lo que siente cuando pone los pies del presente en una alfombra del pasado. ¿Cuál es la imagen de Calum? ¿De qué se alimenta el sensorium? Es un padre joven, idealista, abierto y comprensivo, que batalla con sus propios demonios, unos que no conoceremos. Parece tener una muy buena relación con su hija y una buena relación con su ex-esposa. Tiene una relación ambivalente con su pasado, con sus orígenes y también con el paso del tiempo. A diferencia de Sophie, Calum es un ser que habita la memoria desde una especificidad temporal, es ese el Calum que Sophie busca y el que nos muestra Aftersun. Es ese el que se halla entre la fractura, al que Sophie trata de acercarse y volver a conocer.

10. Una parte importante de Aftersun son los reflejos que pueden parecer colaterales en esta búsqueda relacional entre padre e hija. El tiempo devuelve asimismo la mirada de Sophie, no solo tratando de entender a su padre, sino de entenderse a sí misma. De observar el mundo que le rodea con una sensibilidad táctil, de captar todo lo que puede, sin juzgar. Esta será la manera de integrar el pasado, y con él, el resort en Turquía, los shows a la hora de la cena, los juegos de billar con lxs chicxs mayores, el waterpolo, la canción de karaoke, las gafas de buceo que se perdieron, la revista que hojeaba en el hotel, el libro que no entendía, los baños de lodo, los libros que leía su padre, el beso con el chico que le gustaba, el tai-chi, las alfombras turcas, aquellxs dos chicxs besándose, su padre diciéndole “te quiero” a su madre, la noche que no pudo regresar a su habitación, la última cena, la última foto, la videocámara casera, los vídeos…la crema solar, la piscina, su padre a su lado -bajo el mismo cielo y bajo el mismo sol-.

11. Sophie: Creo que es bueno que compartamos el mismo cielo. Calum: ¿A qué te refieres? Sophie: A veces, durante el recreo, miro hacia el cielo y si puedo ver el sol, pienso en el hecho de que ambos podamos ver el sol. Aunque en realidad no estemos en el mismo lugar y en realidad no estamos juntos… en cierto modo lo estamos, ¿sabes?

12. Charlotte Wells menciona en una entrevista que Aftersun es una película que acaba con un tono de pérdida, pero que este tono no es un eclipse, y no reduce de ninguna forma el amor que se pone en escena durante el transcurso del film. Ambas cosas existen, suceden al mismo tiempo, no son ni significan una sola cosa: como la memoria.

“La memoria, como el amor, es un acto de imaginación, un abandono y una posesión.”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba