Asistimos a un panorama artístico cada vez más atento a las condiciones contextuales de la obra: dónde y cómo se genera, en qué espacio se exhibe y qué información añade esto a la pieza. En este intrincado mar de propuestas y proyectos se sitúa LA BIBI + REUS, como una galería que cuestiona activamente las convenciones del cubo blanco, reivindicando la dimensión vivencial del arte desde un formato más experimental, lúdico y que busca generar contrastes y ambigüedades. Precisamente, su propuesta para esta 4º edición de CAN Art Ibiza, titulada Water & Steam, se inscribe en esta lógica: «este proyecto articula dos atmósferas simbólicas —piscina y sauna— como metáforas del hedonismo contemporáneo y la percepción del cuerpo en contextos de ocio. Los seis artistas seleccionados —Bel Fullana, Martin Paaskesen, Lukas Glinkowski, Paul Riedmüller, Grip Face y José Fiol— nacidos entre 1984 y 1989, comparten un enfoque expandido de la pintura, combinando elementos instalativos, materiales no convencionales y referencias culturales contemporáneas. En la “piscina”, exploramos lo lúdico, lo turístico y lo urbano con obras de Fullana, Paaskesen y Glinkowski. En la “sauna”, Grip Face, Riedmüller y Fiol proponen miradas más introspectivas sobre la identidad, la disciplina y el exceso sensorial. En conjunto, la selección ofrece una lectura crítica y poética sobre el cuerpo, el placer y la pintura en la cultura mediterránea actual1».



El proyecto se inserta en un contexto insular —una feria de arte que sucede en Ibiza— que, como Palma (territorio base de la galería), «vive una tensión constante entre lo local y lo global, entre el turismo masivo y las prácticas culturales más profundas. Water & Steam dialoga con esa dualidad, utilizando los códigos visuales del ocio y el exceso para hablar de temas complejos como la identidad, la ansiedad contemporánea o la necesidad de pausa. Creemos que el entorno insular potencia una sensibilidad particular: un ritmo distinto, más atento a los cuerpos, al calor, a la experiencia. Nuestra propuesta no busca imponerse al contexto, sino integrarse y resonar con él, aprovechando la naturaleza híbrida que ofrece Ibiza». Esta condición geográfica y simbólica no es una mera anécdota, sino un punto de partida curatorial que forma parte de su propia poética: LA BIBI + REUS propone una escucha activa del territorio y una integración orgánica con el entorno. Esta idea, conecta con el ideario de la teórica, educadora y curadora Miwon Kwon y, es que, las prácticas artísticas que se desarrollan en la contemporaneidad adquieren nuevas formas y capas de significado cuando se desarrollan desde la especificidad del lugar, donde el sitio deja de ser un mero fondo materialista para convertirse en estructura conceptual y afectiva, en una suerte de “context-specific”. Prueba de este diálogo que busca establecer —con artista y público— son los tres espacios que forman parte del proyecto: (LA BIBI + REUS) COUNTRY, (LA BIBI + REUS) CITY y la residencia artística. Un antigua fábrica de telas mallorquinas (las tradicionales teles de Llengües) en el norte de Palma, una antigua y mítica perfumería en el centro, una residencia…y un cuarto espacio de exposición permanente, que abrirán en Mexico City en la Hacienda Acamilpa, concretamente en el sitio donde procesaban azúcar, ya que en la Hacienda había plantíos. Sin embargo, pese a que estos espacios tengan un sentido fundamental en el proyecto galerístico, se busca que en sus propuestas «el artista lo haga suyo, con total libertad y sin restricciones».


LA BIBI + REUS es una reciente fusión entre LA BIBI (Miquel Campins) y Galería Fran Reus (Fran Reus), que «surge de una visión compartida: apostar por la investigación artística, el acompañamiento a largo plazo y la internacionalización, sin perder de vista nuestro contexto mediterráneo y que tuvo su debut internacional conjunto en la pasada edición de ARCOlisboa. Alejándose de encorsetamientos como galería comercial, LA BIBI + REUS surge como una plataforma con vocación experimental, trabajando con cercanía, generando comunidad y expandiendo los formatos convencionales de exposición. Una sintonía que encaja en el ideario de CAN Art Fair, tal y como pudimos ver en la entrevista con su director, Sergio Sancho. Según Campins: Nos interesa formar parte de proyectos que, como CAN, ponen en valor lo experiencial, lo situado y lo colaborativo. Este tipo de plataformas permiten que espacios como el nuestro —que no encajan en modelos estrictamente comerciales— puedan encontrar públicos nuevos, sin traicionar su visión artística».


Este espacio insular —que, lejos de ser un lugar periférico pese a su condición isleña, se reafirma como un enclave vivo y conectado, tal como señala Campins al afirmar que «el arte es un fenómeno global»— nos invita a volver la mirada hacia dentro, a redescubrirnos con la emoción ingenua de quien entra en un mundo de gigantes. Un territorio formado por capas de tiempo y memoria, que hoy trabaja apostando por la mediación, por compartir procesos y generar confianza; donde el coleccionismo se entiende como un gesto de implicación cultural. LA BIBI + REUS se presenta como un espacio abierto a la curiosidad, un refugio fértil y en ebullición para la inspiración. Un lugar que se aleja del cubo blanco convencional porque hace ya tiempo que dejó de contenerlo, expandiéndose hacia nuevas formas de encuentro y experiencia.

NOTAS AL PIE:
1 Todas estas declaraciones surgen en una conversación de sirocomag junto a Miquel Campins, director y copropietario de LA BIBI + REUS.
Foto cabecera: Espacio original de la sede de LA BIBI + REUS COUNTRY, una antigua fábrica de telas mallorquinas en el barrio de Establiments. Foto cortesía de la galería.