Fotografía de cabecera: fotograma de Rape of the Sabine Women (2006), 80', Eve Sussman y Rufus Corporation.
Fotografía pie de texto: The Wolf in Tempelhoff, fotograma perteneciente a Rape of the Sabine Women (2006),80', Eve Sussman y Rufus Corporation.
Episodio cruento -y ciertamente ambiguo- de la mitología de la Antigüedad. En él las mujeres de Sabinia, tribu de los sabinos, son secuestradas por los fundadores de la mítica Roma, con Rómulo a la cabeza. Eve Sussman y Rufus Corporation toman esta historia mítica -inspiradora de obras tan emblemáticas como la homónima de Jacques-Louis David- para su The Rape of the Sabine Women, situándola en la contemporaneidad más descorazonada y atestada de sueños y peligros.
The Rape of the Sabine Women es un trabajo fílmico, rodado entre Atenas, Hidra y Berlín y ambientado en los años 50 y 60 del siglo pasado, que pone el foco de atención en el grupo como ente plural, sus dinámicas y gestos, sus banalidades y pasiones, y la narrativa que todo ello conlleva. La interpretación de este mito clásico que creó David es llevada al presente de una manera sangrante a través de un imaginario violento y visceral: guerra, conciertos de rock, mafia y una modernidad que nos aplasta cada día más. Al contrario de lo que podría parecer, este trabajo no es pintura en movimiento o videoarte, ni siquiera apropiación; la reinterpretación continua de figuras añejas e historias míticas pueblan el arte del siglo XXI de forma cíclica. The Rape of the Sabine Women es danza improvisada y teatro experimental: un grupo de extranjeros seduce y secuestra a unas mujeres en un mercado. La tragedia se sobreviene cuando aquellos empiezan a robarse entre ellos, dando lugar a una batalla campal entre mujeres, niños y ladrones: la cámara nos muestra el hastío y la inutilidad de la lucha hasta casi convertirse en parodia. Una revisión del mito que apunta al poder, la ambición, los anhelos, la capacidad destructora del ser humano y su propia domesticación en la sociedad que contrasta con el salvajismo de su psique y sus deseos.
La obra de Sussman y Rufus Corporation -al contrario que la redención del mito original- colapsa en la escena final: destrucción, caos salvaje innato e intangible, utopía enfurecida y el estallido del deseo masculino.
Las llamas engullen la selva a la que llamamos ciudad; las gargantas están mudas y el mecanicismo se nos graba en el sistema nervioso al borde del colapso. Llantos y mercaderes que nos llevan a Metrópolis (1927) de Fritz Lang por lo crudo, por lo gris. La violación representada que contesta a Untitled – Rape scene (1973) de Ana Mendieta por lo grupal, por las bajas pasiones. El rapto de las sabinas y el lobo que camina por el aeropuerto berlinés de Tempelhof. En palabras de la propia Sussman [1]: The Rape of the Sabine Women es el dibujo animado definitivo.
NOTAS
[1] En una entrevista realizada por Katerina Gregos para la revista Flash Art en 2016.