En el corazón de mi práctica hay una fertilidad genuina —biológica, cultural y creativa— que nace del intercambio, asevera el artista belga Koen Vanmechelen (Sint-Truiden, Bélgica, 1965). Una gallina, un pollo que rompe el cascarón, una escultura que eclosiona e irrumpe en el espacio. Una exposición sobre aves es, al final y al cabo, una investigación mucho más profunda. En la fertilidad del arte contemporáneo emergen iniciativas que, conectadas con la verdadera esencia —la naturaleza, los seres vivos que la habitan, la comunidad— se integran en un panorama nacional efervescente. Limina: Cosmopolitan Chicken Project 30 [2], que aterriza ahora como exhibición individual en Chillida Leku —Hernani— bebe precisamente de todo este ideario filosófico-empírico. Pero, comencemos con el principio.
Vanmechelen es un creador belga con una práctica vital-artística a largo plazo que lo conduce a un estudio transdisciplinar (arte, ciencia, genética, biología), basado en la bioculturalidad y la identidad. Desde hace treinta años “cruza razas de gallinas de diferentes países para crear una gallina cosmopolita que incorpore los genes de todas las razas del planeta”. Esta propuesta, ubicada como instalación principal en el Caserío Zabalaga y los alrededores del mismo, dibuja humanísticamente un umbral como lugar de encuentro, que lo hace discurrir paralelamente a la visión creativa del escultor vasco Eduardo Chillida. Aquí, a partir de una serie de obras exteriores se busca crear un recorrido alternativo, con un césped indómito y primigenio que vuelve a los orígenes de los terrenos adquiridos por el propio Chillida y Pilar Belzunce en los años 80.
Limina: Cosmopolitan Chicken Project 30 es la treintava edición que marca la misma generación, a la que simbólicamente se une en este árbol genealógico de Vanmechelen la Euskal Oiloa, la raza de aves autóctonas vascas. Luchando con la monocultura, Vanmechelen trabaja con el genoma, creando una especie diversa, plural y cosmopolita, que, como se puede advertir tras la primera lectura, no habla solo de gallinas (o quizás únicamente de ellas), sino de la propia sociedad. La muestra, curada por Jon Garbizu y Victoria Collar (Estudio Garbizu Collar Architecture) y Gonzalo Peña Sancho (Kri arquitectura), nos recibe con una colosal garra de T-Rex (2022) —un bronce de más de 1200 kilos— que flanquea la entrada al visitante de Chillida Leku. Esta creación, magnánima y descontextualizada, dialoga con la inmutabilidad de las obras de Chillida, unida por su propia indagación formal-matérica, seguida por Paradise Lost (2025), Instead of Sleeping (2025) y el umbral construido, que juega con un habitante que debe atravesar siendo observado por las aves —CCPPCC (2025)—, un gallinero de acero galvanizado y alambre en cuyo interior están la Melchelse Jærhøns, la Euskal Oiloa, la Carablanca Española blanca y la Mechelse Euskalduna, ubicada a través de una puerta del Caserío que nunca antes se había abierto al público, creando con esto nuevas formas de mirar a partir de la subversión de los límites que residen entre las fisuras de los espacios, el arte y la arquitectura.
Este nuevo portal creado por Vanmechelen se reproduce otra vez en el Caserío, que se despliega en tres actos: Origen (I), Domesticación (II) y Cruce (III), con obras como la pieza audiovisual In Transit (1999), los pasaportes de pollo que forman la instalación Cosmopolitan Chicken Project (2025) o la escultura de mármol de Carrara Domesticated Giant (2013). Frente al gran texto del naturalista francés Georges-Louis Leclerc —esa voluntad ilustrada y enciclopedista de fijar el mundo mediante la descripción— Koen Vanmechelen aparece como su heredero indócil, un Prometeo que plantea una utopía viva, una contemporánea forma de mirar, de comprender y entender la vida, clamando hacia un Renacimiento Cosmopolita. Un ensayo que encaja en anteriores muestras de Chillida Leku, como el de Phyllida Barlow y sus esculturas “antimonumentales” que invaden los espacios, seduciéndonos Vanmechelen ante una idea de gallina que aglutine todos los genes del planeta. Una visión ambiciosa, que hunde sus raíces en lo social, lo humanista y lo utópico. Una imaginación política que riega los fértiles imaginarios del arte contemporáneo, un espacio fundamentado en lo comunitario y la generosidad como eje.
MUGAK./ FRONTERAS. BOUNDARIES
Limina: Cosmopolitan Chicken Project 30 se inserta en el marco de la quinta Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi Mugak, que por segunda vez colabora con el Chillida Leku. De nuevo comisariada por María Arana Zubiate, se contemplan una serie de instalaciones efímeras en plazas públicas —Donostia-San Sebastián, Bilbao y Vitoria-Gasteiz [1]— y una exposición capital situada en la sede del Instituto de Arquitectura de Euskadi en Donostia/San Sebastián, Eu-topías, Ou-topías, en la que se disputan los países utópicos del urbanismo moderno. Más allá de ser un mero recorrido histórico por figuras y entidades que trataron el urbanismo y la ciudad ideal —Professor Lesley Lokko OBE, Constant Nieuwenhuys, John Porral, Txuspo Poyo, Aristide Antonas, Sir Peter Cook, David Brown, Richard Sennett, Juno Calypso y Rem Koolhaas—, se plantea desde el poder creativo de la utopía, “su naturaleza elusiva o de escape, pero también su capacidad regenerativa y reconstructiva”, bajo el lema “Castillos en el aire, o cómo construir la utopía hoy”. Con un planteamiento coral que “nos impulsa a repensar el sistema de relaciones sociales y la arquitectura o espacio que lo favorece o imposibilita” y, lejos de darnos respuestas claras y rotundas, nos formula interrogantes sobre un futuro que está por construir, desde unos planteamientos que se mueven desde la utopía hasta la distopía.
NOTAS AL PIE:
[1] Etxenoi es el proyecto de AMA Architectural Office: Jaime Gutiérrez e Itziar Molinero Miranda ubicado en la Plaza de las Mujeres (Bilbao); Levedad y denuncia: el bordado como utopía en femenino de Izaskun Chinchilla Architects en la explanada de Alderdi Eder (Donostia-Sab Sebastián) y Utopía: prohibido el paso por Sebastián Bayo Monjas en la Plaza de la Virgen Blanca (Vitoria-Gasteiz).
[2] Más información sobre la agenda de actividades paralelas a la exhibición en la web del museo Chillida Leku, que incluye encuentros entre arquitectos y artistas (como Elli Mosayerbi o Marcus Coales), conferencias (con los biólogos Beatriz Díaz y Alberto Castro) talleres y performances (Fernando Cremades).