El diálogo eterno entre la pintura, la experimentación, la vanguardia azarosa y la ebullición creativa residen en el tuétano de la obra de Luis Gordillo (Sevilla, 1934), cuyo trabajo se expone en una retrospectiva en la madrileña Sala Alcalá 31 hasta el 14 de enero de 2024; exhibición que recorre las últimas dos décadas de creación del pintor sevillano

El ideal de la pintura, su mimetismo -falaz- con la realidad, que flirtea y rivaliza de igual manera con el artistotélico principio de ut pictura poiesis y la persecución a la carrera del vanguardismo -más inocente- se reúnen en las creaciones del artista Luis Gordillo (Sevilla, 1934), donde la Sala Alcalá 31 le hace ahora una retrospectiva en “dime quién eres Yo”.

Ese camino por la vanguardia -inherente a la obra del artista sevillano- reside en la base de la pintura en sí misma, unido a la concepción de las corrientes híbridas, una suerte de mezcolanza entre abstracción y figuración, enmarcada en un diálogo sempiterno con otras disciplinas vecinas: collage, dibujo, fotografía. El trabajo de Gordillo es fiel al tránsito canónico del progreso artístico, por el que -sin intención voluntaria- va marcando un paso firme y certero de líder de las corrientes pictóricas nacionales, llegando hacia derroteros nunca antes transitados.

Vista de sala de la exhibición "Luis Gordillo. dime quién eres Yo” en la Sala Alcalá 31. Fotografía por Guillermo Gumiel, cortesía de Alcalá 31.
Vista de sala de la exhibición "Luis Gordillo. dime quién eres Yo” en la Sala Alcalá 31. Fotografía por Guillermo Gumiel, cortesía de Alcalá 31.
Vista de sala de la exhibición "Luis Gordillo. dime quién eres Yo” en la Sala Alcalá 31. Fotografía por Guillermo Gumiel, cortesía de Alcalá 31.

“dime quién eres Yo” -muestra comisariada por Bea Espejo- recorre los últimos veinte años de trabajo de Gordillo, que suponen ser un cruce de caminos continuo entre disciplinas y corrientes, poniendo la pintura como meta y centro de la experimentación; obras desdibujadas, que fluyen y vuelven a su lugar original, como si las propias creaciones tuvieran vida propia: «ese burbujeo tumultuoso, la caída turbulenta de millones de gotas y chorros que giran en espiral, el rugido del turbión vertical en la gelatina verde del agua que crece a un ritmo infinitesimal (…) bullendo en la selva amazónica» que manifiesta Mircea Carterescu en Solenoide (2015) en relación a su cuerpo entrando en una bañera colmada de agua.[1]

La reflexión continua (vital, artística) y el hacer pictórico forman parte de la trayectoria creativa de Luis Gordillo, dando lugar a fases pop en la década de los 60 -tras abandonar la ciudad de París-, el abrazo a la abstracción geométrica, el idilio con el informalismo de Antoni Tàpies o el acercamiento a las tecnologías en sus obras más recientes, cercanas a una investigación alrededor de la imagen y su reproducción. Todo ello, forma parte de “dime quién eres Yo”, que dialoga con la retrospectiva que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedicó en 2007 [2], con motivo de la concesión del Premio Velázquez de Artes Plásticas y nos muestra el júbilo insaciable de un espíritu joven, ávido de experimentación y curiosidad y con una propuesta artística que, fluctúa, como el agua.

J+C (jirafas + caballos) (2021), Luis Gordillo.© VEGAP, Madrid, 2023 Colección Luis Gordillo. Fotografía cortesía de Alcalá 31.

NOTAS AL PIE

[1] En referencia a unas palabras de la comisaria de la muestra, Bea Espejo, en relación a Luis Gordillo, del que decía: su mente es como una centrifugadora.

[2] Luis Gordillo. Iceberg Tropical.

IMAGEN CABECERA: detalle de J+C (jirafas + caballos) (2021), Luis Gordillo.© VEGAP, Madrid, 2023 Colección Luis Gordillo. Fotografía cortesía de Alcalá 31.

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