Anna Weyant en el Museo Thyssen

Exhibición de la artista canadiense en el museo madrileño hasta el 12.10.25.

Onirismo, cierta sensación de extrañeza ante el mundo, nocturnidad en sus composiciones, que baila con la soledad de Edward Hopper. Heredera del arte pop, del barroco, de un neoexpresionismo formal y luminoso, de una incipiente espiritualidad propia de Francisco de Zurbarán. Últimas semanas para ver la primera exhibición de Anna Weyant (Calgary, 1995) en un espacio institucional: la sede madrileña del Museo Thyssen.

Una muestra comisariada por Guillermo Solana —Director artístico del museo— en comunión con la propia pintora, cuyas obras dialogan con las de la propia colección permanente, en un encuentro taciturno, melancólico y lánguido.

“That's All Folks” (2024), Anna Weyant. Óleo sobre lienzo, 121,9 x 91,4 cm. Cortesía de Gagosian © Anna Weyant.
“She Drives my Crazy” (2022), Anna Weyant. Óleo sobre lienzo, 76,8 x 153 cm. Private Collection of Marc Jacobs © Anna Weyant.

Sus protagonistas femeninas, que yacen alejadas del concepto espacio-tiempo, en un pacto tácito con Chronos, pueblan unas escenas vibrantes y con un cromatismo cálido, cercano a la madera, a la ceniza, al fango.

Weyant pertenece a una generación de artistas en grandes colecciones privadas (como la de Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza), que comienza a despuntar y posicionarse en entidades culturales, en un nuevo espacio en el que lo público entiende e interioriza el mercado artístico.

“Feted” (2020), Anna Weyant. Óleo sobre lienzo, 152,4 x 121,9 cm. Rick Salomon Collection © Anna Weyant.

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