Los conceptos de belleza, deseo y nuevas pulsiones son los ejes vertebradores del número 5 de sirocomag. El cuestionamiento de lo considerado bello siempre ha mantenido hilos invisibles -e inciertos- con el campo del deseo, abarcando desde las pulsiones terrenales hasta el universo de los instintos más primarios. La consciencia meramente estética -rechazada por historiadores del arte como Carl Einstein o Konrad Fiedler por estimar que aislaba a la creación artística, ya que los criterios de lo bello “castran cobardemente las fuerzas peligrosas de la visión”- es un legado que permanece hasta nuestros días. sirocomag5 reflexiona sobre todos estos imaginarios infinitos de la mano de autores y artistas nacionales e internacionales de diversas disciplinas, tomando forma de textos, entrevistas (inéditas), intervenciones, editoriales fotográficas, ilustraciones o ensayos. Recuperamos la escultura de Constantin Brâncuși y sus vínculos con el vibrador contemporáneo, las palabras nunca leídas de Leopoldo María Panero y Jorge Oteiza, el tarantismo italiano capturado por Franco Pinna, las amazonas de Fátima de Juan o las imágenes que reflejan las nuevas pulsiones de fotógrafos como Imane Djamil, M’hammed Kilito y Abdo Shanan, en una colaboración con aldaba lab.

Todo empieza siempre con una imagen y unas palabras que irrumpen, inconexas y aparentemente distantes. El trabajo consiste en revelar el misterio que las une, aún sabiendo que las rutas previas aquí no servirán. Cada territorio requiere su propia cartografía.

Las novias del sur fue durante años (las primeras notas que tomé datan del 2007) esta imagen: la foto de mis padres el día de su boda, y estas palabras: todas las novias sonríen y tiemblan. Desde entonces, estos elementos se han repetido en mi cabeza de manera intermitente y subterránea. Sin razón, sin sentido, sin finalidad. Hasta que en 2024 se transformaron en una película.

Extraído de Las novias del sur, ensayo por Elena López Riera para sirocomag issue 5

-¿Podría presentarse? ¿Quién es Jorge Oteiza?
-Es lo que trato de saber, antes como escultor ahora en la escritura me refiero a la poética pero no como comunicación con los demás que ya no me interesa, me escribo a mí mismo es escritura para protegerme para saber de mí, como de escultor con un cuerpo de palabras, escribo como veo lo que quiero decir, sí pienso con palabras pero no con palabras escritas, me molestan elementos auxiliares conjuntivos, no puedo con los gerundios, como escribo para mí, me basta lo que veo y mi sintaxis visual como cuando experimentaba de escultor en una combinatoria de unidades livianas así procedo con una lista de palabras, ellas saben cómo combinarse en escritura, no hay nadie en este papel en blanco/ no hay nadie pero llamo en este papel / pongo unas palabras en este papel / y espero

Transcripción extraída de Inéditos (en conversación con Jorge Oteiza y Leopoldo María Panero por Guillermo Padilla para sirocomag issue 5

La combinación de estos dos aspectos da lugar a aquello que Mario Perniola calificó, siguiendo a Walter Benjamin, como el sex appeal de lo inorgánico, esto es, la hi- bridación entre la sensibilidad y la cosificación, de forma que «darse como una cosa que siente y tomar una cosa que siente» se imponen como las nuevas experiencias del sentir contemporáneo. En este modo de la sensibilidad resulta difícil distinguir dónde empieza el cuerpo y dónde termina la máquina, tomando la interacción sexual con el vibrador como una conexión de cosas sintientes. Así, cuerpo, escultura y vibrador se vuelven, en términos deleuzianos y guattarianos, una misma máquina deseante, productora y reproductora, siempre acoplada a otra y cumpliendo la característica de producir siempre el producir.

Extraído de Vibrante modernidad: desplazamientos entre Constantin Brâncuși y el vibrador contemporáneo por Javier Iáñez Picazo para sirocomag issue 5

En una fotografía tomada por Franco Pinna en Galantina, Salento, en 1959, un cuerpo convulso se arrastra por el suelo de una habitación. En sus manos, sujeta un pañuelo negro que segundos antes imitaba una telaraña. Una banda de música asiste impasible a sus movimientos violentos. En otra escena, los cuerpos se arrastran por el suelo de la Iglesia de San Pablo de Galatina, mientras algunos individuos ocupan el altar y lo llenan de ofrendas al santo, patrón de las arañas. Estos cuerpos en tránsito son el objeto de análisis del antropólogo italiano Ernesto de Martino, quien en 1959 viajará a la Apulia para estudiar la pervivencia del tarantismo, una manifestación ritual que busca sanar, a través del baile y la música, los efectos de la supuesta picadura de una tarántula.

Extraído de La picadura de la tarántula por Lluís Alexandre Casanovas Blanco para sirocomag issue 5

PORTADA: Leda e Cigno (1975), Luigi Ontani. ©Collezione Ontani. Obra ubicada en el MuseOntani en Vergato (Bolonia), capturada por Edoardo Ciani.

Artistas y colaboradores del número:

Abdo Shanan/ Abigail Algaba/ Amanda Wasielewski/ Ana Frías/ Ángela Suau Gomila/ Alberto García-Alix/ Aldaba lab/ Archivio Franco Pinna/ Aureliano Santa-Olalla Valero/ Borja Docavo/ Carlos Urroz/ Colección Carlos Velasco – Carte/ Company Gallery/ Ela Fidalgo/ Elena López Riera/ Ernesto Artillo/ Fátima de Juan/ Félix Méndez/ Franco Pinna/ Fundación Photographic Social Vision/ Gema Quiles/ Guillermo Padilla/ Imane Djamil/ Irene Díaz/ Isabel Azkarate/ Jaime Urdiales/ Javier Iáñez Picazo/ Javier Ruiz Pérez/ Jonathan Lyndon Chase/ Jorge Oteiza/ Juan Arango Palacios/ Juan David Cortés/ Julián Azcutia/ Julián Mesa González/ Julio César Abad Vidal/ Julio Linares/ Leopoldo María Panero/ Lluís Alexandre Casanovas Blanco/ Luigi Ontani/ Margarito dela Guetto/ Margot Rot/ M’hammed Kilito/ Natalia López de la Oliva/ Patricia González Gutiérrez/ Proyecto Arteria/ Sara Moreno López/ Sergio Bolaños Aguilar/ Silvia Omedes/ Victoria Rivers/ Zoilo Blanca

Editada por Lucía Gómez y Sergio Bolaños

Fotografía del banner de la página principal: Circo Atlas, San Sebastián, 1981. Isabel Azkarate. Archivo Isabel Azkarate (Fundación PSV)

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