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Lucid Dreams en Arma Gallery

Hablamos con la comisaria de la exhibición -Victoria Rivers- y Arena Martínez -directora y fundadora de Arma Gallery-.

Lucid Dreams llueve sobre mojado. El inconsciente, los sueños y sus relaciones con el elemento irracional de la potencia artística es un terreno ampliamente explorado, desde corrientes neoclásicas, surrealistas, dadaístas, metafísicas hasta la cinematografía experimental y creaciones contemporáneos. Sin embargo, y pese a lo severamente fértil que ha llegado a ser el mundo onírico en la producción artística, el sueño, como elemento y concepto, sigue resultando a nuestros ojos un misterio insondable e infinito. Decía Jean-Paul Marat -clásico teórico insurrecto de la Revolución Francesa, que todos recordaremos apuñalado en una bañera- en De l’homme, ou Des principes et des loix de l’influence de l’âme sur le corps (1775) que el alma piensa durante el sueño, pero sin orden ni concierto, dando lugar a imágenes bizarras y quiméricas. A este respecto, reza el texto curatorial -firmado por Victoria Rivers- que esta exhibición colectiva nos invita a explorar este territorio de “lo desconocido”, un limbo entre lo terrenal y lo etéreo, en donde lo incierto toma un renovado significado en el proceso artístico contemporáneo. En esta exposición, somos testigos de la serendipia de lo inesperado, donde artistas internacionales desarrollan sus obras a partir de la  veracidad de la práctica, utilizando la psique y los impulsos como punto de partida. La materia onírica, inabarcable e inagotable, aplica a este proyecto expositivo sucesivas capas, de tiempo y experimentación. Reuniendo a los artistas Emanuelle Tozzoli, Kyte Tatt, Luis Olaso, Jiri Hauschka y Madison Tyrell, Lucid Dreams supone, no solo un statement en cuanto a la forma de dirigir la proyección de la galería, sino una declaración de intenciones por parte de la curadora. El resultado rezuma pleno pictoricismo, ciertamente heterogéneo -entre lo superficial aireado y lo denso profundo- aunque con una sentido que vertebra el conjunto, y estará en exposición hasta el 30.11.24.
Conversamos sobre sueños, proyecciones y Lucid Dreams con Victoria Rivers -comisaria del show– y Arena Martínez -fundadora y directora de Arma Gallery-.

sirocomag: Lucid Dreams reflexiona y profundiza sobre el imaginario del sueño y el subconsciente. ¿Por qué este se partió de este universo conceptual?

Victoria Rivers: Una de las labores del comisario es otorgar un significado más allá de lo físico, conceptualizar y desarrollar un discurso teórico que respalde la creación, es esencial para articular lo que vivimos y pensamos en nuestro tiempo.

El arte tiene la grandeza de unir; las ideas que alberga son los mecanismos a menudo ocultos en la sociedad, esperando a que alguien los verbalice.

SM: ¿Qué simboliza para ti lo onírico en relación a la creación artística?

V.R.: Creo que la creación artística surge de un diálogo con el inconsciente y que forma parte del proceso de autodefinición de uno mismo: creo que vamos integrando facetas y todo aquello que nos conforma, por lo que veo difícil crear “sin más”, decir lo contrario iría en contra de lo que para mí es uno de los actos más sublimes del mundo, la creación. Esto suena sumamente Jungiano, pero es que estoy todo el día entre él y Lacan. Desde hace años mi trabajo de investigación personal gira en torno a la mística dentro de la creación artística y en esto… los sueños son muy importantes.

En este punto y teniendo en cuenta las segundas vidas que tenemos mientras dormimos, lo onírico es un portal de autodescubrimiento y supone un espacio de inspiración para la creación, así como un oráculo para los más conectados a esta dimensión.

La Bienal de Venecia de 2022, comisariada por Cecilia Alemani, se tituló  precisamente “The Milk of Dreams” basándose en el libro de la artista Leonora Carrington. La muestra se centró en las ideas de metamorfosis y las múltiples realidades de la existencia. Fue un sueño estar allí y fue un sueño ver como todo encajaba a la perfección a través de la exploración de la identidad, la transformación y la relación entre los seres humanos y la naturaleza… que a veces resulta ser bastante mágica.

Hay que revisionar nuestra percepción del mundo y el arte nos da una gran excusa para adentrarnos de una forma más sutil y cercana.

SM: En el texto curatorial se habla del concepto del sueño como un elemento expansivo, de apertura y grandeza. ¿Piensas que el sueño siempre entraña libertad?

V.R.: Siempre. La pregunta es si estamos preparados para esa libertad o si tenemos las herramientas para enfrentarnos a ella. La libertad supone el conocimiento y se necesitan muchos años para poder alinear ese conocimiento con nuestro crecimiento personal. A veces no estamos preparados para ciertas cosas, el conocimiento paulatino creo que es lo que te da la sabiduría, tenemos que integrar de forma sostenible los aprendizajes para poder hacer las lecturas adecuadas.

Emmanuele Tozzoli ante una de sus obras en Lucid Dreams. Cortesía de Arma Gallery

SM: Lucid Dreams es una exhibición que no solo se desarrolla en la idea de lo onírico, sino que se asienta sobre la experimentación y el diálogo. ¿Podrías desarrollar esto?

V.R.: Lucid Dreams habla de la intersección entre el mundo físico y el etéreo, y lo hace a través de la creación; creo que establecer el reflejo de ambos mundos desde diferentes lenguajes y perspectivas es fundamental.Creo que esto viene a hablarnos un poco de los estadios de la vida de lo visceral y lo pausado que puede tener la dualidad del ser humano, de la importancia de transitar diversos procesos en diferentes momentos vitales para emanar aquello que tenemos dentro.

El diálogo se gesta en esta maravilla de mundo en la que personas sin conocerse y encontrándose en diferentes contextos y diferentes puntos geográficos resultan encontrarse en procesos similares de creación, parten de mismos puntos , investigan, trabajan, generar un diálogo entre ellos viendo como los mismos procesos les llevan a resultados diametralmente distantes. Esto es algo increíble.

Existe de manera tácita una resiliencia espiritual en el proceso artístico que sigue silenciada en la gran mayoría de las ocasiones, manifestándose como una fuerza invisible que impulsa al creador a perseverar frente a la adversidad y la incomprensión. Esta capacidad de adaptación y superación, arraigada en lo más profundo del ser del artista, se nutre de la necesidad por expresar lo inefable y dar forma a lo intangible, trascendiendo las limitaciones materiales y las expectativas sociales.

SM: En lo primario de los sueños reside lo más elemental del ser humano, relativo a los impulsos más básicos, como lo relativo a lo sexual o la violencia. ¿Cómo se concilia violencia y creación?

V.R.: Bueno, según Freud así es… según teorías más avanzadas en lo referente a la psique, creo que es importante tener en cuenta que estar en estado durmiente también te permite acceder al inconsciente: a un mundo que desde nuestro cuerpo físico no es posible llegar. La mente es infinita e infinitamente poderosa y también está conectada a una un gran red… y a otras dimensiones 😉

La violencia y la creación son facetas de la dualidad inherente al acto creativo y a la naturaleza humana. Sin embargo, el punto de partida de nuestra creatividad suele evolucionar con el tiempo. Aunque crear desde la oscuridad o la ira puede ser poderoso, su eficacia tiene un límite en el proceso creativo, recurrir a nuestros demonios internos es un camino frecuente, pero la madurez nos permite acceder a otras fuentes de inspiración. Con el tiempo, aprendemos a generar desde estados más diversos y a canalizar diferentes tipos de energía. Descubrir nuevos puntos de partida para la creación no solo es posible, sino que puede ser una experiencia profundamente enriquecedora y hermosa

Montaje de "Lucid Dreams". Cortesía de Arma Gallery
SM: Con proyectos como Lucid Dreams estás apostando por exhibiciones con un contenido curatorial profundo, en comunión con los artistas y la propia comisaria. ¿Qué aportan este tipo de proyectos a Arma Gallery y cómo planteas la dirección conceptual de la galería?
Arena Martínez: Lucid dreams era para mi una exposición muy importante ya que es apertura, y es nuestra primera apertura, por lo que tenía claro que quería que fuese una exposición que transmitiese el rumbo que quiere tomar Arma Gallery. Al ser la primera “apertura” desde que nos mudamos al nuevo espacio en Valverde 30, tenía claro que quería que fuese una colectiva internacional ya que queremos tener ese rumbo internacional. Decidí ponerme a la búsqueda de cinco artistas internacionales que dialogaran bien y me cuadrasen para trabajar con ellos. La idea de la galería es crecer con nuestros artistas y con los comisarios que trabajamos creando exposiciones con un contenido curatorial interesante. Por eso, es muy importante contar con comisarios que se estén moviendo bien y Victoria Rivers era en este caso la persona perfecta para hacer el texto curatorial. En cuanto a la dirección conceptual, somos una galería que se centra en la pintura, en el trazo, en el gesto del artista; en nuestras exposiciones creamos diálogos entre estos artistas gestuales, creando una coherencia a ese lado más irracional de los artistas.
SM: ¿Cómo equilibras la búsqueda de un contenido estético internacional y contemporáneo con la necesidad de mantener una identidad única  y que apueste también por lo nacional en la galería?
A.M.: Cada artista con el que trabajamos tiene un hilo conductor con los demás artistas de la galería: siempre mostramos artistas que son afines a la estética de Arma Gallery. Nos fijamos mucho en la paleta, el uso del color, la gestualidad y el trazo, ya sea un artista abstracto o figurativo. Mantener una identidad única como galería es, sin duda, muy importante, por eso siempre trabajamos con artistas con lenguajes pictóricos de un rango o país no limitante, priorizando siempre la calidad sobre la edad o nacionalidad, pero sí nos centramos en un contenido pictórico específico.
SM: ¿Cómo has desarrollado tu visión de la galería desde que comenzaste hasta ahora?
A.M.: Mi visión de galería ha ido cambiando mucho a lo largo de los años. Inicialmente, creía en tener un proyecto artístico y nunca llamarlo galería. Jamás pensé que acabaría teniendo un espacio físico, y, además, te vas dando cuenta que tu visión va cambiando continuamente a medida que van sucediendo cosas a lo largo de la vida. Desde hace años si que conservo la visión de trabajar en tener una red de coleccionistas internacionales que crean en la galería y esto nos sitúe en un futuro como una de las galerías españolas de referencia, gracias a nuestra propuesta pictórica y nuestras relaciones internacionales a través de de nuestra apuesta y presencia en ferias de arte.

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